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El ex jeque de identificación Mohamed Salah Tamek criticó el silencio de los Estados Unidos frente a las acciones emprendidas por el Polisario y Argelia para poner en peligro la paz en la región del Sahara.
«¿Cómo podrían (Estados Unidos) guardar silencio ante las acciones que inician el Polisario y Argelia para poner en peligro la paz en la región? ¿Cómo pueden mantener esa actitud tras el reconocimiento de la administración Trump de la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara?», se pregunta Tamek en un artículo publicado en el sitio web de información «Quid.ma» bajo el título «La última reunión del Consejo de Seguridad y la decepcionante posición de Estados Unidos».
«Ya es hora de que Estados Unidos admita su parte de responsabilidad en los problemas a los que se enfrenta Marruecos en relación con el conflicto del Sáhara», escribe el nativo del Sáhara marroquí, en reacción a la reunión semestral de consultas del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el Sáhara marroquí, celebrada el miércoles a puerta cerrada.
El papel desempeñado por los Estados Unidos de América en las negociaciones sobre el conflicto del Sáhara durante esta reunión del Consejo de Seguridad «no ha estado a la altura de lo que lógica y legítimamente hubiéramos deseado, sobre todo teniendo en cuenta que este gran país ha reconocido recientemente con gran valor y clarividencia la marrocanidad del Sáhara», subrayó.
De hecho, señala Tamek en su artículo, «esperábamos que Estados Unidos adoptara una posición mucho más comprometida y mejor adaptada a la nueva situación», señalando que Estados Unidos «no reaccionó de la manera requerida ante la actitud belicosa de Argelia y del Polisario, ni a los acontecimientos que provocaron en Guergarat, ni a la actitud extremista de Rusia frente al reconocimiento estadounidense de la soberanía marroquí sobre el Sáhara, ni al bloqueo por las demás partes del nombramiento de un nuevo Enviado Personal del secretario general de la ONU».
«Es por tanto decepcionante que en lugar de fomentar la resolución del conflicto, Estados Unidos busque de hecho perpetuarlo», lamenta el autor del artículo, recordando a este respecto «la parcialidad apenas oculta» de los ex enviados personales del secretario general de la ONU, ambos de nacionalidad estadounidense, «James Baker con sus diversos planes estériles y Christopher Ross con sus incesantes maniobras dilatorias, a favor de las otras partes».
Además, Tamek aborda la hospitalización en España del presunto presidente de la pseudo-república saharaui, Brahim Ghali, bajo una identidad falsa, por iniciativa de «dos países soberanos, España y Argelia, buscando así evitar ser procesado por sus víctimas por delitos de violación y otros, y reconociendo por lo mismo que esta supuesta república es sólo una entidad ficticia mantenida por la junta militar argelina».
«No es menos escandaloso que un país tan poderoso militarmente como Estados Unidos, capaz de detectar la más mínima actividad sospechosa de los separatistas en la región, trate a un Estado rebelede como Argelia y a sus protegidos mercenarios del Polisario -que hostigan a sus países vecinos, a saber, Libia, Túnez, Malí y Mauritania- en pie de igualdad que a un aliado de larga data como Marruecos», concluyó Tamek.
