Tomate, gran testigo de la complementariedad hispano-marroquí

 

Rue20 Español/ Mohammadia

T. S.

 

Las relaciones comerciales desempeñan un rol muy importante en la estabilidad y el mejoramiento de las relaciones hispano-marroquíes. Marruecos y España se necesitan en un mundo muy complejo y desordenado. La buena sintonía entre Marruecos y España arrancó desde la primera década de este siglo. Y las crisis cíclicas forman parte del paisaje por historia y vecindad.

 

 

Las estadísticas españolas y europeas corroboran que Marruecos influye mucho en España. No vamos a descubrir nada al afirmar que Marruecos garantiza una parte de la seguridad alimentaria de España. Los números de las hortalizas y frutas que viajan vía marítima desde Marruecos y España contradicen la versión de la derecha y ultraderecha encabezada por Vox que tratan siempre de usar a Marruecos para fines políticos.

 

 

Todos los países aspiran a exportar y reforzar su marca en el Extranjero. Marruecos no es en este caso  ninguna excepción. Por su parte, España está obligada a garantizar su seguridad alimentaria. El mercado marroquí es el más cercano y menos costoso para los españoles.

 

Para ser más claro, España aumentó sus importaciones del tomate marroquí en los últimos 15 años. Marruecos subió sus exportaciones de tomate a España en 58,05 millones de kilos, un incremento de 58,05 por ciento, desde 2008.

 

 

Más preciso, entre 2008 y 2022, las ventas de tomate marroquí a España han crecido en un 185 por ciento. En 2008, Marruecos vendió a España un volumen de 31,37 millones de kilos, cantidad que en 2022 ha aumentado hasta los 89,42 millones de kilos con un crecimiento casi constante, según infohorto, revista especializada en agricultura.

 

 

 

El valor de las ventas de tomate marroquí a España subió en 15 años. El valor de esas ventas pasó en 2008 de 22,47 millones de euros con un precio medio de 0,72 euros por kilo, a los 103 millones de euros en 2022 al pagar las empresas importadoras españolas a 1’5 euros por kilo como precio medio los tomates comprados a Marruecos.

 

Ambos países salen beneficiosos de esta ecuación. Los dos se complementan. Marruecos podría en el futuro garantizar una buena parte de la seguridad alimentaria de España y de más de un millón de marroquíes que residen en la Península Ibérica, Melilla y Ceuta. Estamos hablando de un colchón de interés de sumo interés. La economía es muy importante para comprender las decisiones de carácter geopolítico. Y las excelentes y actuales relaciones bilaterales hispano-marroquíes no se entienden sin entender el rol primordial de la economía. En las plenas llamas de la crisis bilateral hispano-marroquí entre abril de 2021 y marzo de 2022, los lazos económicos y comerciales se mantuvieron a salvo.

 

 

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