Rue20 Español / Chile
Lejano ahora veo mi Chile desde una habitación en Rabat, cercana veo a mi gente en las calles de esta lejana ciudad, camino por sus transitadas calles y me encuentro con rostros familiares, con personas mucho más similares que lo que imaginé desde mi residencia en el sur de Chile, en el sur del mundo.
Lo primero que me ha llamado la atención de esta gran capital, Rabat, es su gran desarrollo, construcciones muy modernas que se ven en perfecta armonía con una arquitectura clásica y tradicional de países árabes y en particular de la historia marroquí, es decir es una ciudad muy desarrollada que no ha perdido su esencia y su encanto, por el contrario, se regocija y enorgullece en todas partes de su identidad, les gusta recordarnos en cada detalle sus raíces y eso se agradece.
Me he dado cuenta que Arturo Vidal es muy conocido en esta parte del mundo puesto que cada vez que he dicho que soy chileno me lo han recordado y las dos copas américa, la gente es muy amable con los turistas y sobre todo muy respetuosos Consejo… hay que regatear los precios de los recuerdos y souvenirs.
Luego me ha tocado estar en la ciudad de Tánger la cual impresiona e impacta desde la entrada con vistas increíbles del océano, formaciones rocosas preciosas y una playa que no tiene nada que envidiarle a ninguna isla del caribe, pero esto no es todo sino que en las calles de esta ciudad cada piedra que mueves tiene historia a cada lugar que miras estas retrocediendo cientos o miles de años atrás para deleitarte con la creación del ser humano, pensar que donde estas parado han estado hombres y mujeres por generaciones y generaciones, las paredes de la ciudad amurallada escupen historia con cada ladrillo, es un espectáculo hermoso de día, de noche, de amanecida, de atardecer. Tanger es uno de los lugares en el mundo que quisiera volver a recorrer.
Y antes de finalizar mi viaje tuve la oportunidad única de encontrarme con un lugar mágico, dicen que hay ciudadanos de lugares que no nacieron ahí pero que al pisarlos no puedes volver a abandonarlos aunque la distancia diga lo contrario, y a pesar que todavía tengo dificultades para pronunciar su nombre Chefchaouen es como dice su apodo “La Perla Azul de Marruecos” es un lugar mágico lleno de arte y gente amable.
Para un hispanoparlante es el destino perfecto puesto que la gran mayoría de las personas habla perfecto el español, todas las personas te dan la bienvenida en cada esquina y si quieres recuerdos o regalos este es el lugar perfecto puesto que hay artesanos de todo tipo de vestimenta, adorno, pinturas, joyas o chucherías. De noche en la parte antigua de la ciudad hay un sinfín de ofertas gastronómicas y de entretención que por un par de dírhams podrás disfrutar.
No sé si son las paredes pintadas de azul, la amabilidad de la gente, la rica comida, sus paisajes de película, las cosas hermosas que hay a la venta o una mezcla de todas estas las que terminan por calar duro en tu interior.
Para terminar me gustaría decir que la variedad de paisajes que hay en Marruecos merece que te des el tiempo de ver todo y te des el tiempo de impregnarte de la cultura, de lo diferente y de lo que nos une, pude ver ríos, montaña, mar, planicies hermosas completamente vegetadas y con ganado, mi prejuicio era que me encontraría con el desierto duro y me he dado cuenta que es un sinfín de cosas más que eso y que nuestro pueblo y su pueblo tienen necesidades y luchas similares a pesar de la distancia, sin duda alguna volvería a Marruecos muchas veces a pesar del viaje de 34 horas que significó salir desde mi casa hasta bajarme del avión en Casablanca, vale la pena totalmente.
Esteban Kuhlmann Matus
Politólogo, Administrador Publico, Experto en Derechos Humanos. Docente catedra Derechos Humanos, Universidad del Biobío. Ex presidente nacional Juventud Radical de Chile