Rue20 Español/ Mohammadia
Toufiq Slimani
Ha sido siempre un verdadero puente entre Marruecos y España, entre el Sur y el Norte. Un diplomático e intelectual comprometido con la defensa de la paz, la solidaridad, la cooperación, el diálogo entre las civilizaciones y religiones en un mundo confuso y turbulento. Reivindica siempre el diálogo de la Alianza de Civilizaciones, la cooperación mutua entre el Norte y el Sur, la convivencia entre Marruecos y España y más acercamiento entre España, Marruecos y América. Por eso ocupa hoy el puesto de Alto Representante para la Alianza de Civilizaciones de las Naciones Unidas.
Así es Miguel Ángel Moratinos, ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación de España desde 2004 hasta 2010. Ha dedicado su vida profesional a promover el diálogo entre los pueblos, el multilateralismo eficaz y el desarrollo sostenible.
Es un gran hombre de Estado y gran defensor de la paz y el entendimiento entre los pueblos, especialmente entre Marruecos y España, dos países hermanos y amigos.
En esta entrevista concedida a Rue20 Español el pasado octubre durante el Foro de Arcila, abordamos con Moratinos muchos temas de actualidad, desde de el Mundial de 2020 hasta la actual situación geopolítica y las relaciones hispano-marroquíes.
¿Qué significa para usted la apuesta de la FIFA por la candidatura ibérico-marroquí para al albergar el Mundial de 2030?
Creo que es una gran noticia. Es una noticia muy satisfactoria para Marruecos, para España, para Portugal y para el mundo del fútbol. La noticia llega en un momento especial, un momento de cambios en la geopolítica internacional. El fútbol sigue y refleja lo que es la nueva situación internacional. En el sentido de que ya no va a ser un país sino tres países que tienen lazos históricos y comparten un espacio geográfico, y que tienen una misma ocasión de desempeñar una acción de paz, de reconciliación y de integración entre el continente africano y el continente europeo.
Por lo tanto, es una gran noticia que de los organizadores del Mundial de fútbol han comprendido el sentido de la historia. Un sentido de la historia que su Migestad el Rey Mohammed VI ya lo tenía en su visión de futuro y que por eso insistía en llevar a cabo el que Marruecos puede ser sede del Campeonato Mundial del fútbol, pero, sobre todo, también que lo fuese acompañado de de dos países amigos y vecinos de Marruecos que son Portugal y España.
¿Cree que estamos ante un sueño que se ha hecho realidad?
Todos los que hemos trabajado para este entendimiento para que puedan reforzarse los lazos de cooperación y de amistad, de proyecto común entre Europa y África a través de las relaciones entre la Península Ibérica y Marruecos, pues, han hecho realidad. Y por lo tanto, yo creo que las sociedades españolas, marroquíes y Portuguesas tienen que estar enormemente orgullosas de haber recibido este reconocimiento y al mismo tiempo esta nueva responsabilidad. A partir de este Mundial 2030, el Mundial será de otro tipo. Será un Mundial mucho más multipolar, mucho más integrador. Y por lo tanto, responderá a los desafíos del siglo XXI.
¿Cómo percibe el el protagonismo del Rey Mohammed VI en el fomento del Fútbol marroquí y su rol primordial al usar el fútbol para reforzar el acercamiento entre Marruecos y la Península Ibérica?
Su Majestad el Rey Mohammed VI tenía desde ya hace casi una década su empeño en que se reconociese el papel que desempeñaba Marruecos en la región, y sobre todo, su contribución en construir a través del deporte una sociedad mejor, un entendimiento entre los distintos pueblos y naciones del mundo. Y por lo tanto, el empeño de que en África se reconociese el valor del fútbol, del deporte como un elemento esencial, por eso le llevó a presentar en varias ocasiones la candidatura de su país para que pueda ser sede de la Copa del Mundo del Fútbol. Bueno, Marruecos tuvo dos ocasiones no felices, pero la insistencia, la visión y, y sobre todo, el compromiso de su Majestad el Rey Mohammed VI fueron desde el principio inquebrantables. El Rey siempre pensó y nunca dudó de que Marruecos en su momento sería sede, yo creo qué mejor sede que compartiéndola con dos países amigos y vecinos como España y Portugal. Yo creo que esto es un elemento muy importante en lo que ha sido la trayectoria del Reinado de su Majestad el Rey Mohammed VI y esto va lógicamente a aportar para Marruecos y a para toda la región del Estrecho, es decir, de la Península Ibérica y de Marruecos, una nueva contribución a lo que sea el entendimiento entre el continente africano y el continente europeo.
¿Hablando del diálogo entre las Civilizaciones y las religiones, podría un Mundial entre tres continentes acercarnos mucho más?
Es indudable. El área de Civilizaciones se enorgullece de que el futuro Mundial 2030 se inscriba dentro de la filosofía y los principios que defiende la Alianza de Civilizaciones. Hoy no podemos ignorar que hay múltiples culturas, civilizaciones, múltiples actores que deben de convivir juntos y compartir el futuro de la humanidad. Por eso, para la Alianza de Civilizaciones es una gran noticia porque en definitiva lo que estamos intentando hacer en nuestro trabajo diario es unir y crear puentes de entendimiento, de reconciliación, de respeto, de aceptación mutua. Y eso se va a hacer a través del deporte. Qué es mejor que el fútbol que une a tantos millones de espectadores sobre el terreno para convivir y compartir los momentos de emoción, de alegría, de frustración que puede tener un partido de fútbol. Yo creo que en el fútbol se saca lo más profundo de los sentimientos nacionales, pero también se reconoce la necesidad de entender/se si pierde, como hay que responder ante la derrota como al mismo tiempo tener un espíritu de mutuo respeto entre todos los participantes.
¿Podemos decir que la organización conjunta del Mundial 2030 podría dar más impulso a la acción exterior tanto de Marruecos como España?
Es indudable. Esto refuerza los ejes estratégicos, como he dicho al principio, en los que trabajan en ese momento España y Marruecos. El futuro se va a construir. El futuro se va a construir en una relación entre Europa, el Mediterráneo y África. El punto de gravedad se encuentra entre España y Marruecos. Ahora se nos une Portugal, país amigo y vecino, que tiene el mejor nivel de las relaciones tanto con Marruecos como con España. Esto es lo que cuenta en el futuro. No será precisamente los países del Este o del Norte de Europa, sino que el centro de gravedad se encuentra en el Estrecho de Gibraltar que une a la Península Ibérica con Marruecos gracias al Mundial. Eso, sin duda, es un éxito de las diplomacias de los tres países. Y desde luego, es una lección y un mensaje muy claro de que en el mundo en que nos va a tocar vivir. En la próximas décadas tendremos que compartir espacios e integrar acciones para poder desarrollarnos en paz y en prosperidad.
¿Cree que ha ganado la filosofía y la visión de Zapatero, Moratinos y Mohamed Benaissa; los grandes defensores de la convivencia entre tres culturas y tres continentes?
Tanto mi gran amigo Mohamed Benaissa como mi presidente del Gobierno Zapatero y yo siempre hemos creído que el diálogo, el entendimiento y el trabajar juntos era la mejor receta para poder mirar al futuro con satisfacción y con serenidad. Yo creo que al final la historia nos está dando la razón. No hay otra alternativa más que el entendimiento, el trabajo conjunto y la construcción de puentes de aceptación mutua, de solidaridad, de cooperación. Eso es lo que el fútbol nos va a dar. El fútbol nos va a dar la alegría de poder compartir momentos históricos entre los tres países y proyectarnos en el Mundial. Toda la humanidad estará diariamente durante el desarrollo del Mundial poniendo sus ojos y mirando los partidos en las tres naciones que en definitiva representarán una manera diferente de poder hacer cosas juntos y colaborar de una manera positiva.
¿Qué representan para usted volver a participar en el Foro de Arcila de 2023 y la ciudad?
Pasaron casi 20 años de mi primera visita a Arcila invitado por el ministro Mohammed Benaissa. He acudido casi todos los años, menos el año pasado que estaba organizando el Foro de la Alianza de Civilizaciones en Fez. Por lo tanto, no podía venir a Arcila. Es el único año en que he faltado esta cita. Para mí, esta cita siempre es muy inspiradora. Puedo decir que el Foro/ Festival de Arcila es una referencia esencial. El Foro de Arcila se adelanta siempre a las reflexiones que están empezando a surgir en la agenda internacional. El Foro de Arcila es siempre un iniciador de la reflexión y de las propuestas que hay que hacer para para encontrar soluciones a los retos sean en el Mediterráneo o en la África profunda. Este año nos toca abordar el problema del denominado Gran Sáhara en el sentido de que es una nueva configuración donde el Norte de África y el Sur de África tienen que encontrar espacios de colaboración y cooperación conjunta. Y por lo tanto es una reflexión que nos va a aportar a todos los que vamos a participar con ideas y reflexiones nuevas e innovadoras, y nos van ayudar para poder encontrar y extraer lecciones y poderlas aplicar en una política mucho más eficaz que la que hasta ahora existe sobre esta región.
El viejo mundo se muere y el nuevo está por nacer. Estamos viviendo en un mundo cada vez más geopolítico. La nueva geopolítica invita a reforzar la colaboración y cooperación internacional. ¿No ves que la decisión española de respaldar el plan de Autonomía para el Sáhara se enmarca en este contexto geopolítico regional y mundial?
Yo ahora estoy en Naciones Unidas. Por lo tanto no puedo comentar una decisión del Gobierno español. Pero, yo creo que en estos momentos las relaciones entre España y Marruecos son fluidas, están bien encarriladas, y son satisfactorias para ambas partes. Por tanto, lo que va bien para Marruecos y para España, yo como analista y observador, lo encuentro positivo y todo lo que sea mejorar las relaciones entre España y Marruecos siempre encontrará mi apoyo y mi colaboración.
Las decisiones estratégica de España hacia Marruecos no se cambian con el cambio de los Gobiernos españoles. ¿Comparte esta conclusión?
Las relaciones entre Marruecos y España están ya muy consolidadas. Espero y deseo que sigamos trabajando juntos, sea quien sea quien gobierne en España. Creo que lo mejor para España es que a Marruecos le vaya bien. Y lo mejor para Marruecos es que le vaya a España. Lo que tenemos que hacer es seguir construyendo puentes y reforzar las relaciones y trabajar diariamente para que esta relación sea positiva para todos.